lunes, 26 de mayo de 2008

EL ENGRANDECIMIENTO DEL EGO.


La personalidad narcisista corresponde a individuos que se creen superiores a los demás y creen que deben ser admirados en todo momento.

A veces actitudes soberbias son dadas a confusión, porque las personas soberbias se creen enormemente importantes, consideran que merecen admiración y respeto por encima del resto.

No son capaces de ponerse en el lugar del otro, son desconfiados e insensibles ante los demás. Son arrogantes y no aceptan ninguna crítica a su persona o actuación reaccionando con rabia cuando las sufren. Son manipuladores y utilizan a las personas como objetos que sirven para lograr sus objetivos.

Creen ser los mejores y la adoración de la propia excelencia no les permite ver ni apreciar las virtudes ajenas y las lleva a comportarse de forma altanera y arrogante con los demás.

En la escuela tienen la plena certeza de ser superiores a sus compañeros y maestros. Despiden una imagen de gran seguridad en sí mismos, por lo que pueden convencer a otros de que no hay nadie mejor que ellos; por ello, suelen conseguir grandes logros en su trabajo, aunque su naturaleza puede perjudicarles debido a que no toleran que sus propuestas sean rechazadas.

Ante las críticas reaccionan con rabia excesiva, ya que consideran que su valía personal ha sido amenazada y tratan de destruir a quien consideran que les humilló para demostrar que lo que se dijo de ellos es falso. De esta manera, intentan recuperar su imagen ante los demás.

No hay que asociar la soberbia con la grandeza, ya que los soberbios no conocen, el respeto, la tolerancia, la bondad ni ninguna otra virtud que no esté asociada con el engrandecimiento de su propio ego.

martes, 13 de mayo de 2008

El opio de pueblo


Hoy mis pensamientos van dirigidos al Clero. Esa especie de secta que habla de Libertad, la que ellos no dan al común de los humanos, porque son de "pensamiento único". No ven que esta, nuestra sociedad, cada vez tiene menos miedos, depende más de si misma, es más culta y por lo tanto con más criterio y menos manipulable.

Se acabaron aquellos tiempos de bonanza, aquellos en la que los Obispos y demás Jerarquía Eclesiástica decían palabra de Dios, aquellos en los que algunos podían adquirir bulas por medio del dinero, con lo cual los pobres nunca llegarían a tener ninguna,aunque bien pensado, para nada les iba a servir porque sin poderoso caballero...

Estos Señores no se resignan a vivir sin aquel poder y quieren someternos a todos con sus "Pastorales" y demás zarandajas. Con sus grandes manifestaciones intimidatorias con burdos lemas, LA FAMILIA , sin ir más lejos, su familia, claro está. La mía, que pasa de su Doctrina, es una Familia solidaria, respetuosa con todo el mundo y con todas las opciones que existan. Una familia que no se rompe y no está desestructurada, que vive en perfecta armonía siempre desde el respeto al otro...

Algunos componentes de esta cofradía, no todos, claro está, siembran el rencor, son injustos en sus pensamientos en alto, pero lo peor de todo, es que no admiten al diferente.
Tienen distintas varas de medir empleando la ley del embudo, lo ancho para mi y lo estrecho para el vecino. Si muchos de sus componentes son pederastas es que la carne es débil y no tocan el tema porque no interesa, pero si una mujer ha sido violada y decide interrumpir su embarazo es una asesina. Pero, ¿estamos tontos?, ¿no se dan cuenta que la época de la Inquisición queda lejos? pues parece que no, si pudieran...

lunes, 12 de mayo de 2008

Para meditar. (A libre interpretación)





























Un arma tan letal, que imprime su poder



Se arroja sobre ti, se apodera de tu mal



Vas dando de que hablar, en boca de todos quieres estar



Te vas dando cuenta que como tu no hay nadie, nadie



Fuera de ti, vas a seguir, quieres huir lejos de aquí.



Fuera de ti, vas a seguir, miedo de no querer sentir.



Encapsulado estas, en ser de lo mejor.



Estas convencido que, tu nivel es superior.



Miras a tu alrededor, un paso delante de la gente



No hay manera de hacerte ver, de mi te ríes siempre



Fuera de ti, vas a seguir, quieres huir lejos de aquí



Fuera de ti, vas a seguir, miedo de no querer sentir

LOS BUENOS COMPAÑEROS NO HUMILLAN



Hoy me encuentro cantarina y os voy a contar un cuento.

Erase una vez un centro de trabajo en el que se encontraban personas de distintas edades. En dicho trabajo no había escalas, esto es, todos tenían el mismo rango y nunca, a lo largo de toda la vida laboral, se podría ascender.

Allí, cualquiera de los componentes podía desarrollar cualquiera de las funciones que allí se realizaban;todos podían ser desde director hasta el último administrativo. Visto así parece envidiable, pues se supone que todos los trabajadores pasarán por todos los rangos y no habiendo competitividad habrá más respeto y solidaridad.

Hubo años felices, todos amigos de todos..., alegres pues las cosas salían dentro de lo esperado.

Pero un año cualquiera cambió la racha. Llegó la trepa, la soberbia, la que pensaba que como ella no había nadie, la que calificaba, siempre según su criterio, a todas las personas, y eso sí, a los componentes del colectivo más les valiera estar dentro de sus parámetros de idoneidad, sino, lo tenían claro...

En aquella época se juzgaba a la persona sin el más mínimo de los respetos y a alguna de ellas se las trataba como que fueran colegialas a las que se las podía reprender cuan Madre Superiora del Convento.

Tiempos difíciles, si señor. Hubo gente que durante aquel periodo sufrió mucho, a veces en una gran soledad, porque el resto de las personas, ante el sibilino comportamiento de la dirigente, no eran capaces de ver el desprecio y el mal trato dado a algunos de los compañeros consiguiendo que la vieran como "Víctima" en lugar de un feroz "Verdugo".

Cometía "acoso" habitualmente, solo con el que no le gustaba por algo, con el resto, era afable, a veces hasta cariñosa, dicharachera...

A este tipo de persona, le gusta tener a todos y todo bajo su control estando ella en la sombra. Tienen correvediles, aquellos que hacen de subalternos dando la cara y haciendo el trabajo sucio actuando como vulgares servilistas.

¿Cómo se puede poner en tela de juicio la palabra dada por una persona?. Aquí sí, sin reparos en el daño moral que se pudiese hacer, se duda. No hubo reparos en ir a preguntar a terceras personas si lo que la anterior decía era cierto ante el estupor de los presentes. Una vez comprobado que se había metido la pata ni disculparse por tal agravio, y, con una actitud prepotente dan carpetazo al asunto como único gesto.

Si hubiera sido cierto ¿a dónde hubiesen llegado?. Nunca lo sabremos, pero, las heridas creadas tardarán en cicatrizar, porque, los graves agravios nunca se olvidan, siempre están latentes y a la mínima, aunque no se quiera, vuelven a resurgir.

Ya decía mi tía : "de la abundancia del corazón habla la boca"

Este cuento está inacabado,seguirán los siguientes capítulos.