lunes, 26 de septiembre de 2011

A más sobrepeso, más acoso escolar



Desde los tres años de edad, los niños tienen una percepción negativa de la obesidad y esta opinión se mantiene a lo largo de la infancia 

Los problemas de exceso de peso entre los niños aumentan de forma considerable en los últimos años. Según un estudio reciente, llevado a cabo por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), un 45,2% de los niños españoles tiene exceso de peso. El sobrepeso afecta a un 26% de los menores, mientras que un 19% son obesos. Pero un dato novedoso es el que relaciona el exceso de peso con el acoso escolar. Según una investigación de Universidad de Bristol, los niños con sobrepeso u obesidad tienen más probabilidades de sufrir acoso escolar que quienes tienen un peso adecuado.

Consecuencias del exceso de peso 

La mayor preocupación del sobrepeso y obesidad reside en sus múltiples consecuencias sobre la salud a corto y largo plazo: diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial, niveles elevados de colesterol perjudicial, enfermedades cardiovasculares, enfermedades metabólicas, trastornos musculoesqueléticos o riesgo de muerte prematura. Todo este escenario hace mella en el organismo en desarrollo de los más pequeños, que pueden alcanzar la etapa adulta con patologías graves, como apoplejías o cardiopatías. Los menores con sobrepeso u obesos tienen más probabilidades de sufrir estos dos problemas en la vida adulta. Según un estudio realizado entre 8.668 niños irlandeses de 9 años y presentado por la Universidad de Bristol (Reino Unido) el pasado mes de julio, las niñas con sobrepeso u obesidad tienen un índice significativamente mayor de enfermedades crónicas.

Sobrepeso y acoso escolar 

Los datos estiman que en España uno de cada cuatro niños sufre acoso escolar en distintos grados Aunque el dato más novedoso de este estudio es el que relaciona el peso con acoso escolar o "bullying". Los niños con problemas de exceso de peso tienen más probabilidades de sufrir acoso escolar. Este tipo de asedio afecta a niños o adolescentes en su contexto escolar y se define como una serie de actos intimidatorios y agresivos o de manipulación por parte de un alumno o varios contra una o varias víctimas durante un periodo de tiempo más o menos prolongado. En general, ocurre en los pasillos del centro escolar, los patios y a la salida de clase. Los datos estiman que, en España, uno de cada cuatro niños sufre acoso escolar en distintos grados. Un trabajo del Instituto de la Juventud (INJUVE) afirma que el 16% de los niños y jóvenes encuestados reconoce que ha participado en exclusiones de compañeros o en agresiones psicológicas. De la misma manera, los niños son más proclives a realizar agresiones físicas, mientras que las niñas optan más por ataques psicológicos. Por otro lado, numerosos estudios han señalado que desde los tres años de edad los niños muestran una percepción negativa con respecto a la obesidad y que esta opinión se mantiene a lo largo de la infancia. Los niños que sufren "bullying" tienen alguna característica, sea física o psicológica, que los convierte en víctimas fáciles: defectos físicos, debilidad física, tartamudez o, como señala el estudio británico, exceso de peso.

Consecuencias del acoso escolar 

Las consecuencias de este tipo de acoso pueden ser muy graves. El niño o el adolescente está en proceso de maduración, tanto en su vertiente física como psicológica, y las heridas que pueden dejar las continuas humillaciones, patadas, exclusiones o burlas pueden marcarle de por vida. Algunas de las consecuencias más habituales del acoso escolar son: una autoestima cada vez más baja, trastornos emocionales, problemas psicosomáticos, ansiedad, depresión o ideación suicida... Problemas psicológicos que se sumarían al hecho de que causa el exceso de peso en el organismo.

Por tanto, los especialistas recomiendan que los menores obesos o con sobrepeso sigan una dieta sana y practiquen un estilo de vida saludable, en el que cobra especial importancia la práctica deportiva. De este modo, se evitan las temibles consecuencias del exceso de peso y se reduce la probabilidad de sufrir acoso escolar.

TRAS LA PISTA DEL BULLYING 

A pesar de que los especialistas insisten en que el mejor consejo es tener una buena comunicación entre progenitores e hijos, hay algunos comportamientos que pueden poner tras la pista de que sucede algo:

• Muchos afectados no quieren confesar que sufren acoso escolar porque sienten vergüenza o se sienten culpables. Por tanto, no es aconsejable interrogarles de forma directa sobre este problema.

• Hay que estar atentos y comprobar si el niño tiene frecuentes heridas o lesiones.

• Algunos cambios bruscos en la personalidad del menor pueden dar pistas: miedo, problemas para dormir, tristeza, se despierta temprano, cambios de humor o problemas en su rendimiento académico, entre otros.

Temor a ir al colegio.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Resolver las dificultades de lectura

Resolver las dificultades de lectura

Los estudiantes pueden mejorar sus destrezas lectoras con la intervención coordinada de padres y docentes
Aprender a leer no es difícil, pero leer bien es algo más complicado. Los datos de las diferentes evaluaciones educativas realizadas en nuestro país en los últimos años evidencian una notable deficiencia de los alumnos en las actividades asociadas al proceso lector. Estos resultados se relacionan con frecuencia con distintas dificultades de lectura que impiden que los estudiantes sean capaces de comprender los textos. Los padres y docentes pueden ayudar a solventarlas si las identifican a tiempo y aplican diferentes técnicas para resolverlas.

Alteraciones de la lectura

La lecturaimplica una serie de destrezas y habilidades que los estudiantes no siempre adquieren de forma correcta. Para leer bien, sobre todo de modo que se comprenda, es necesario llevar a cabo varias operaciones intelectuales, como reconocer la información, relacionarla con la memoria semántica o construir el significado global. Aprender a leer no consiste tan solo en saber identificar los fonemas, unirlos y descodificar un texto.
En los primeros años de escolaridad, con frecuencia, los estudiantes se topan con distintas dificultades en la actividad lectora. Estas pueden estar relacionadas con los procesos de descifrado de los textos o con la comprensióny dar origen a problemas como no saber localizar las partes esenciales de un texto, no tener la suficiente velocidadlectora, no poder interpretar frases complejas o no poder seguir el hilo argumental de la lectura.
El primer paso que deben dar padres y docentes para resolver estas dificultades es analizar las causas de las mismas, para después intervenir con los distintos mecanismos útiles para solventarlas.

Diez claves para mejorar

Víctor Moreno, doctor en Filología y autor de numerosas obras relacionadas con el proceso de lectura, expone en su manual 'Leer para comprender' algunas de las principales dificultades de lectura que, en general, pueden registrarse en el alumnado. Moreno destaca sobre todo los problemas para no saber relacionar las informaciones en un fragmento, la falta de conocimientos sobre lo que se lee, la ausencia de nociones gramaticales o la identificación incompleta de las ideas del texto.
Detectar alguna de estas señales es esencial para una rápida intervención con el estudiante. Eduardo Vidal-Abarca, catedrático y director del departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación en la Universidad de Valencia, expone en el portal Leer.es, Centro virtual del Ministerio de Educación para mejorar la lectura en todas las áreas y en todos los formatos, las 10 claves para mejorar el proceso lector en la etapa de Primaria:
1.      Buscar sentido a lo que se lee, intentar imaginar lo que se entiende del texto.
2.      Prestar atención a lo que dice el texto, intentar ser capaz de expresarlo con sus propias palabras.
3.      Asegurarse de comprender bien los conceptos importantes, saber identificarlos y entenderlos.
4.      Relacionar las nuevas ideas con las anteriores, relacionar las diferentes partes del texto.
5.      Buscar palabras que indican cómo relacionar ideas (así, de esta forma, por eso, etc.) y seguir las pistas que muestran.
6.      Sintetizar a medida que se avanza en la lectura, sobre todo, al final de cada párrafo.
7.      Hacer un esquema con lo más importante del texto y relacionarlos de forma adecuada.
8.      Dejar pasar unos minutos tras leer el texto para comprobar que se ha comprendido.
9.      Leer de forma diferente los textos no continuos (gráficos, tablas, mapas) y atender a la información clave para comprenderlos.
10.  Leer de forma flexible en función del objetivo de la lectura. No se lee igual cuando después se debe explicar algo que cuando la misión es localizar un dato.

Recursos y materiales de utilidad

Las nuevas tecnologías han aportado a los docentes y a las familias un importante número de materiales y recursos que facilitan a los estudiantes la resolución de las principales dificultades de lectura de una forma amena y didáctica. Estos son algunos de los más interesantes:
  • Fondo lector: este programa de desarrollo de la lectura comprensiva se dirige a estudiantes de Primaria en las primeras fases de aprendizaje lector. Se estructura en tres niveles (básico, intermedio y avanzado).
  • Leo lo que veo: un diccionario temático-visual cuyo objetivo es facilitar a los alumnos de Infantil y Primaria el aprendizaje del vocabulario y la comprensión lectora, en especial, a quienes tienen dificultades.
  • Lectoescritura adaptada: presenta un conjunto de actividades on line dirigidas a mejorar las habilidades de lectura y escritura de niños con dificultades específicas.
  • Juegos de comprensión lectora: divertido juego on line en el que el estudiante debe aprender a ordenar las frases para mejorar su habilidad de comprensión lectora.
  • Aprendizaje de lectoescritura: dedicado al aprendizaje y refuerzo del proceso lectoescritor en alumnos de último curso de Infantil y primero de Primaria. Está indicado también para los alumnos con necesidades educativas especiales.
  • Ejercicios interactivos de lectura: textos de lectura para alumnos de Primaria y Secundaria, que incluyen una serie de ejercicios sobre ellos para trabajar la comprensión lectora.
 Fuente: EroskiConsumer

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Tutorías: fortalecer la relación entre alumno y profesor


La acción tutorial es un importante recurso para fomentar una buena relación entre los alumnos y los docentes y mejorar el rendimiento académico

La figura del docente va más allá de ser el mero transmisor de contenidos académicos. Enseñar es un concepto más amplio que incluye también una labor de apoyo y asesoramiento para conseguir los mejores resultados posibles en el rendimiento escolar de los alumnos. La tutoría es el principal instrumento con el que cuentan los profesores para desarrollar esta actividad complementaria a la didáctica del aula. Para que sea efectiva, es necesario que los tutores determinen con antelación los objetivos que quieren alcanzar y sigan ciertas pautas para crear un clima de confianza y fortalecer su relación con los estudiantes.

Instruir e impartir conocimientos es la principal función de un profesor, pero su intervención con los alumnos no debe reducirse a ésta. La orientación en el aprendizaje y el apoyo personal en su proceso educativo es también una tarea fundamental de la actividad docente. La vía más idónea para ejercer estas funciones complementarias a las académicas es la acción tutorial, un recurso esencial para profundizar en las capacidades individuales de cada estudiante y en sus actitudes e intereses, para lograr que su trayectoria escolar sea lo más eficiente posible.

La tutoría como nexo de unión

La tutoría forma parte del concepto integral de educación. Así lo señala Antonio Bernal, catedrático de Teoría de la Educación de la Universidad de Sevilla. Esta actividad, afirma Bernal, es esencial para "individualizar la enseñanza y personalizar la educación de los alumnos". Pero la tutoría entre alumnos y profesores no tiene solo esta función. Es también un medio eficaz para fortalecer las relaciones entre ambas partes, puesto que permite un mayor conocimiento personal entre ellos y una interacción menos formal que la creada cada día en el entorno de aprendizaje en el aula.

Esta optimización de las relaciones es un elemento importante, sobre todo para detectar las posibles dificultades que afectan al rendimiento académico del estudiante, que solo se pueden abordar si hay un nexo de unión que favorece la comprensión de los aspectos y circunstancias individuales de cada alumno. La cercanía del tutor en estos casos es fundamental para actuar a tiempo y ayudar a prevenir el fracaso escolar. Tal como reconoce Sebastián Rodríguez, de la Facultad de Pedagogía de la Universidad de Barcelona, en su programa de acción tutorial del Instituto Superior de Formación del Profesorado, las investigaciones ponen de manifiesto "la relación que existe entre el abandono de los estudios en Secundaria" y el sentimiento del alumno de que "a nadie le importo".

Tutoría individual

Tal como establece la Ley Orgánica de Educación (LOE 2006), una de las funciones primordiales del profesorado es "la tutoría de los alumnos, la dirección y la orientación de su aprendizaje y el apoyo en su proceso educativo, en colaboración con las familias". Esta labor tutorial puede llevarse a cabo de dos formas: en grupo, con el conjunto o varios de los alumnos de una clase, o de modo individual, para atender las singularidades de un estudiante concreto.

Esta última forma individualizada se materializa en la entrevista tutor-alumno, el medio más eficaz para "generar una auténtica relación entre estudiantes y adultos", tal como reconoce Sebastián Rodríguez. El anterior director de Instituto Superior de Formación del Profesorado, Antonio Moreno, señala por su parte que es necesario que el docente esté "dispuesto a crear un vínculo afectivo con el otro a quien aspira transmitir conocimientos y ayudarle a formarse como persona".

Priorizar necesidades

La acción tutorial individual debe diseñarse de acuerdo al objetivo final que se desea alcanzar con ella. Según los especialistas, estos pueden ser varios:
  • Facilitar la integración del alumno en el grupo de clase y en la dinámica escolar.
  • Detectar y resolver dificultades o necesidades específicas del estudiante.
  • Resolver conflictos o incidencias con otros miembros de la comunidad educativa (alumnos, profesores o dirección).
  • Orientar y aconsejar al alumno sobre su trayectoria académica o futuro profesional.
Una vez marcado el objetivo de la entrevista, el tutor tiene que hacer un análisis previo para conocer y evaluar las necesidades del alumno y organizar la función tutorial. Para ello puede utilizar distintas fuentes, como el expediente escolar, las opiniones contrastadas de otros profesores o del tutor anterior o, incluso, los datos contextuales que puedan aportarle desde la familia del estudiante y que pueden influir en su trayectoria académica.

En función de la información obtenida, los expertos recomiendan que el tutor planifique la acción tutorial que se va a ejercer durante todo el curso y priorice los aspectos sobre los que debe trabajar con más intensidad o urgencia.

Pautas para la entrevista
La entrevista permite crear un clima de confianza entre el alumno y el tutor, que es difícil de conseguir en el aula.

Pero para alcanzar este nivel de interacción es necesario que tanto el docente como el estudiante adopten durante su transcurso una actitud abierta, relajada y colaboradora. Los especialistas recomiendan a los tutores aplicar distintas pautas durante la entrevista para propiciar este clima:
  • Realizar la entrevista en un ambiente cómodo para ambas partes, sin elementos que puedan interrumpir la conversación ni distraer al alumno.
  • No convertir la entrevista en un monólogo, facilitar la intervención del estudiante con la formulación de preguntas y la petición de su opinión respecto a los temas tratados.
  • Evitar las advertencias, amenazas o discusiones, intentar establecer un diálogo basado en la asertividad, la paciencia y la comprensión.
  • No ir a la entrevista con prejuicios previos y una actitud defensiva por la información que se haya recabado con anterioridad. Hay que situar al alumno en su contexto pero no condicionarlo por éste.
  • No abordar tan solo las cuestiones problemáticas, intentar tratar y resaltar también los puntos favorables del alumno y cómo pueden mejorar su trayectoria.
  • Utilizar conductas verbales positivas como expresiones de apoyo, de aceptación y de consejo, y evitar expresiones directivas o de reprobación.

martes, 13 de septiembre de 2011

Los deberes son cosa de niños


Una excesiva participación por parte de los padres en las tareas escolares de los hijos puede interferir en el proceso de aprendizaje

Las tareas escolares en casa se consideran una herramienta educativa esencial, no solo para asentar y consolidar los aprendizajes adquiridos en el aula, sino también para desarrollar en los estudiantes actitudes académicas básicas como la organización, autodisciplina, autonomía y responsabilidad. El apoyo de los padres es fundamental para que los escolares adquieran estas destrezas, pero siempre que no se extralimiten en sus funciones, ya que una excesiva participación de los progenitores en los deberes de sus hijos puede reportar a los docentes una concepción errónea de los avances y progresos de sus alumnos.

Una vez finalizada la jornada escolar, la actividad académica de los estudiantes se prolonga en el hogar con la realización de las tareas y trabajos que los docentes "encargan" a sus alumnos. Tal como reflejan los últimos datos del Sistema Estatal de Indicadores de la Educación, el tiempo medio que los niños invierten en completar sus deberes oscila entre una y dos horas, una cifra que se ha mantenido invariable en la última década.

Sin embargo, los indicadores muestran un cambio radical en un aspecto relevante: la ayuda que reciben de las familias para realizar los deberes. Mientras que en el año 2003 tan solo el 14% de los estudiantes de Primaria manifestaban contar con apoyo familiar para completar los trabajos escolares después de clase, los datos del año 2007 (últimos recabados por el INE) muestran que el porcentaje de escolares que reciben esta ayuda se eleva al 52%.

Para qué sirven los deberes

María José Díaz-Aguado, Catedrática de Psicología de la Educación, analiza en el mencionado estudio el papel educativo de la familia. Entre las condiciones básicas que determinan la calidad de la educación familiar, la especialista destaca tres fundamentales: "El afecto incondicional, un cuidado atento, adecuado a las necesidades de seguridad y autonomía de cada edad, y una disciplina consistente que les ayude a respetar ciertos límites y a aprender a controlar su propia conducta".

El apoyo en la realización de las tareas escolares es una de las vías con las que cuentan los padres para aplicar estas premisas, pero solo es efectivo si su implicación no excede los límites adecuados a cada niño y edad. Para saber hasta dónde se puede llegar en la ayuda con los deberes en casa, es fundamental tener claro con anterioridad que los objetivos que se persiguen con el trabajo académico en el hogar no se limitan al repaso y práctica de los contenidos aprendidos en el aula y la preparación para la clase siguiente. Los especialistas en educación apuntan que las tareas son además un instrumento esencial para desarrollar en los alumnos habilidades y aptitudes necesarias para su adecuado progreso escolar:
  • Ayudan a los estudiantes a crear y adquirir hábitos y métodos de estudio.
  • Sirven para que el alumno aprenda a organizar su trabajo y programar su tiempo con autonomía y disciplina.
  • Permiten desarrollar habilidades de búsqueda de información, investigación y selección de recursos para completar los conocimientos.
  • Fomentan en el alumnado el sentido de la responsabilidad hacia su aprendizaje.

¿Demasiada ayuda?

¿Pueden los estudiantes desarrollar estas destrezas si cuentan con la ayuda y apoyo constante de los padres en las tareas? Es evidente que una excesiva implicación, que en algunos casos pasa incluso por la realización por parte de los progenitores de los deberes de sus hijos, no resulta beneficiosa. Como apunta un equipo de psicólogos de la Universidad de Minho (Portugal) y la Universidad de Oviedo en su artículo 'Escuela-familia: ¿es posible una relación recíproca y positiva?' (Papeles del Psicólogo, número 3 VOL-27 , 2006), las tareas para casa son "un inmejorable recurso para promover la implicación de la familia en el desarrollo académico de los hijos", pero solo si se aplica "una dosis ajustada de ayuda y en los aspectos que corresponden a los progenitores".

No hay que olvidar que las tareas de casa son un instrumento esencial para que el profesor verifique los progresos del alumno y si ha asimilado con eficacia los contenidos impartidos en el aula. En este caso, si la participación de los padres implica pasos como la corrección y la resolución de los deberes, es muy difícil que el docente pueda "discernir entre lo que el alumno realmente sabe y consigue hacer por sí solo y lo que no domina aún", apuntan estos expertos en psicología.

Esto provoca que, cuando los padres ayudan en exceso a los hijos con las tareas, los profesores no corrigen el trabajo de los alumnos, sino el de sus progenitores. Puede creer así que el estudiante ha entendido bien los contenidos y no encuentra ninguna dificultad en aplicarlos. De este modo, no verá necesario prestar más tiempo durante la clase a explicar esa parte de la materia y avance hacia la lección siguiente, sin que la información esté afianzada en los alumnos.

Participación de los padres 

El exceso de ayuda puede falsear el verdadero rendimiento académico diario del estudiante, que, sin embargo, se verá reflejado después en los resultados de los exámenes, cuando los padres no están disponibles para atender sus dificultades. ¿De qué modo deben colaborar entonces los padres con los deberes? Los especialistas sugieren que el papel de los progenitores debe ser de monitorización de las tareas, es decir, deben ser responsables de proporcionar a sus hijos las condiciones adecuadas para que realicen las actividades escolares del modo más efectivo posible y prestarles apoyo para que ellos mismos sean capaces de dirigir su autoaprendizaje. Estos son algunos de los aspectos que apuntan como esenciales para que la ayuda familiar sea eficiente:
  • Motivarles: los padres deben prestar atención a los deberes que tienen que hacer cada día y alentar a los hijos para que los realicen, pero no obligarles a hacerlos con castigos u otras sanciones, para que ellos puedan verificar por sí mismos las consecuencias que reporta el no cumplimiento.
  • Proporcionarles el ambiente adecuado: un lugar de estudio alejado de distracciones externas es fundamental para que las tareas se realicen con eficacia, los progenitores deben evitar que otros miembros de la familia interrumpan al estudiante y alejar los elementos que pueden interferir en el estudio.
  • Ayudarles a programar su tiempo: con los más pequeños, los padres deben marcar los tiempos y horarios de estudio para que más adelante, a medida que avanzan en la escolaridad, el alumno sea capaz de organizar su agenda de deberes y tareas de forma independiente.
  • Resolver las dudas: cuando el estudiante encuentra una dificultad para realizar las tareas, los padres pueden colaborar en su resolución con ayuda para descifrar las instrucciones u orientación sobre los recursos a los que puede acudir para solventarla.
  • Mantener el contacto con los maestros: es esencial que los padres consulten con los docentes las dudas y dificultades que se les presentan a sus hijos durante las tareas escolares para que este profesional les oriente sobre el camino más adecuado para ayudarles o si es necesario que se le ofrezca al estudiante un apoyo extra en casa.
  • Supervisar, pero no corregir: una vez finalizados los deberes, los progenitores pueden supervisar que el estudiante ha cumplido con todo el trabajo que se le había asignado, pero no deben corregirlo, ésta es una tarea del docente.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Las notas, ¿premio o castigo?


Las recompensas por las calificaciones deben estar orientadas al reconocimiento y las sanciones, a fomentar el sentido de la responsabilidad,

"Si apruebas te compro la bici; si suspendes te quedas sin campamento". Los premios y castigos ante los resultados académicos de los estudiantes son comunes en muchas familias. Aunque los progenitores confíen en la eficacia de los incentivos y sanciones para que sus hijos obtengan buenas calificaciones, los expertos coinciden en que no se deben utilizar como principal estímulo hacia el estudio. Las recompensas y las penalizaciones materiales pueden aplicarse en ocasiones, pero nunca como chantaje, amenaza o coacción, sino como recurso pedagógico encaminado a reconocer los logros o corregir los errores.

A lo largo del curso académico, un 44% de los escolares de nuestro país registra al menos un suspenso de media por evaluación y un 14,3% obtiene calificación negativa en más de tres asignaturas. Así lo confirman los resultados del estudio de la Fundación Antena 3 "En busca del éxito educativo: realidades y soluciones" (noviembre 2010). ¿Cómo reaccionan los padres ante esta situación de fracaso académico? Según este mismo informe, la mayoría de los progenitores tratan de animar al estudiante, se preocupan y buscan soluciones o se enfadan.

Pero además de adoptar estas actitudes, también es frecuente entre las familias españolas hacer uso de los incentivos o las sanciones ante los resultados académicos de los alumnos. Mientras que un 66,2% de los 1.000 niños de 8 a 16 años encuestados para el estudio manifiesta recibir algún premio o recompensa por sacar buenas notas, el 49,1% (55,4% en Secundaria) reconoce recibir un castigo en el caso de obtener malas calificaciones.

Objetivos de los premios y castigos

Los regalos materiales son el tipo de premio más frecuente para los estudiantes que obtienen buenas notas. Entre las sanciones, destacan la eliminación del acceso a Internet o a las consolas y la prohibición de salir con los amigos o ver la televisión. ¿Son efectivas estas medidas como estrategia para conseguir un buen rendimiento escolar? La mayoría de los especialistas en el ámbito de la educación manifiestan su disconformidad con ellas, como principal elemento de motivación para los estudiantes, puesto que pueden fomentar que el alumno se interese tan solo por los resultados, no por el valor del trabajo y el estudio para su desarrollo como persona.

Los especialistas del Grupo SI(e)TE Educación, constituido por siete catedráticos de pedagogía de diferentes universidades españolas, afirman que los premios y castigos son recursos pedagógicos y tienen valor educativo, "pero no garantizan una respuesta pedagógicamente adecuada y en muchos casos pueden deseducar". Según este grupo, tal como se usan los premios y castigos hoy en día, pueden generar dependencias. Lo idóneo, apuntan, es que el estudiante "busque el aprendizaje por el valor que tiene en sí, no por las consecuencias externas que puede comportar".

De este modo, el objetivo del premio o recompensa por las notas debe estar orientado al "reconocimiento del estudiante por el esfuerzo realizado, como un refuerzo de la motivación hacia el aprendizaje", señalan los pedagogos de SI(e)TE. Por otra parte, el castigo tiene que enfocarse para que sirva "para fomentar el sentido de la responsabilidad en el alumno y que aprenda a aceptar las consecuencias de los actos inadecuados", matizan.

Elemento de motivación

El profesor Ramón Casals, autor de la obra 'Prevenir el fracaso escolar desde casa', indica que ante las sanciones o recompensas por los resultados de los estudios "se debe encontrar el equilibrio". El autor señala que el premio, en ocasiones, puede ser útil y servir de estímulo para que el estudiante logre pequeñas metas, "si le cuesta mucho una materia y se le ha instado a que haga un esfuerzo especial para superarla, se le puede plantear un pequeño premio si mejora en sus resultados", afirma, pero la promesa de premio "no debe ser la norma, sino la excepción", recalca Casals.

La clave está en no centrar solo en los exámenes y calificaciones la motivación para estudiar. "El estudiante que tiene claro que estudiar es su responsabilidad y que el principal beneficiado del estudio es él mismo, no necesita ni premios ni castigos", apunta Ramón Casals. Para estos alumnos, el mejor premio son sus resultados y la satisfacción de alcanzar una meta. Esto no impide que en un momento dado los padres reconozcan su trabajo y le den un premio, "pero no debe ser el elemento regulador ni el estímulo principal para que el niño estudie".


Cómo actuar ante los suspensos

Ante los suspensos, lo primero que deben hacer los progenitores es analizar con el estudiante las causas que han llevado a esas calificaciones. Este paso es esencial para buscar las posibles soluciones a la situación de fracaso escolar.

No dudar en acudir al docente para realizar ese mismo análisis y para obtener recomendaciones y pautas para que el estudiante mejore en su rendimiento.

Si se decide imponer una sanción, es fundamental que haya acuerdo entre los dos progenitores y no levantar el castigo antes del tiempo previsto para no perder la autoridad ante el estudiante.

El objetivo debe ser que el alumno adquiera sentido de la responsabilidad y entienda que hay que afrontar las consecuencias de sus actos. Hay que despertar en él el gusto por estudiar y el interés por aprender.
Debe haber coherencia entre la naturaleza de la sanción y el motivo por el que se impone, hay que evitar castigar con la privación de cosas positivas. Castigar a un estudiante sin practicar su deporte favorito por un suspenso tiene menos lógica que obligarle a estudiar durante un tiempo determinado.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Cinco pautas para escribir con buena letra


Recomendaciones prácticas para lograr adquirir una escritura legible, clara y bien formada

Tener una mala letra puede llegar a frustrar a un alumno de tal manera, que intente evitar en la medida de lo posible todas las tareas que implican realizar actividades de escritura. Pero la reeducación es posible. El tipo de papel que se utiliza, la forma de coger el lápiz o la postura que se adopta son algunos de los aspectos que pueden provocar la falta de destreza y habilidad al escribir. Si se trabaja sobre ellos, se puede mejorar la letra y conseguir que resulte legible y armoniosa.

Destrezas caligráficas

¿Cómo es una buena letra? Los especialistas en caligrafía y grafología señalan que lo principal que caracteriza a una escritura adecuada es la legibilidad. Este término se traduce en linealidad, claridad, limpieza y corrección en los trazos. Para algunos estudiantes, conseguir escribir bien es una tarea fácil. Sin embargo, otros tienen menos destreza psicomotriz y, por lo tanto, menor habilidad para lograr una escritura correcta.

A menudo, los estudiantes desisten en el esfuerzo por lograr una buena letra porque no lo consideran un aspecto esencial en su educación, desconocen que no es tan solo una cuestión de imagen. En general, los alumnos que no han adquirido la destreza suficiente para escribir con armonía tardan por término medio más tiempo que sus compañeros en completar las tareas escritas y los apuntes de clase e intentan evitar las actividades que implican realizar esta acción.

Por eso, si un niño escribe mal después de superar los primeros años de Primaria, cuando se empieza a desarrollar una escritura correcta y regular, es necesario reeducarle para intentar solucionar los posibles problemas que provoca esta falta de habilidad. Estos son algunos de los principales aspectos relacionados con la escritura en los que se debe incidir para lograr esta reeducación o para evitar dificultades durante el aprendizaje.


Utilizar un tipo de papel adecuado

Para lograr una buena caligrafía en los inicios de la escritura, de modo que se distribuya bien y de forma ordenada y proporcionada en el espacio, se utiliza con frecuencia algún tipo de papel pautado, ya sea en cuadrícula o rayado horizontal. Como afirma Pilar Besumán, experta en grafología, "en el papel liso el niño no es capaz de escribir con orden, la pauta permite obtener una letra equilibrada".

Hay discordancia entre los especialistas sobre cuál es el mejor formato de pauta de aprendizaje. Algunos apuntan que el papel cuadriculado cuenta con más límites de referencia para ajustar bien el ancho y alto de las letras. Sin embargo, otros expertos, como Fernando Carratalá, doctor en Filología Hispánica, señalan que con el papel pautado en líneas se logra mayor uniformidad en el movimiento gráfico, ya que el rayado vertical puede distorsionar la atención. Ya sea de un tipo u otro, lo importante de la pauta es que sirve al estudiante para escribir de forma más uniforme, ya que el papel le marca tanto la línea sobre la que descansa la escritura, como los límites superior e inferior que no debe superar. Hay que intentar que el alumno conozca esta norma para que la aplique cuando realiza las tareas de escritura.

Coger bien el lápiz

La forma de sujetar el instrumento de escritura es esencial para que el resultado sea el deseado. Si el estudiante ha adquirido un mal hábito en este sentido, es imprescindible que se le corrija antes de seguir con otros ejercicios, ya que cuanto mas avance con una mala postura, más difícil será la reeducación.

El lápiz se debe coger entre los dedos pulgar y corazón y sobre él se coloca, a modo de pinza, el dedo índice, sin presionar demasiado. El punto de agarre no debe situarse ni muy arriba ni muy abajo (a unos 12 mm de la punta), tiene que quedar de forma que se pueda desplazar la mano por el papel de forma fácil y cómoda. La mano que sujeta el lápiz debe estar relajada, puesto que si se contrae demasiado se puede cambiar de forma inconsciente la postura idónea o ejercer una presión demasiado fuerte sobre el papel. Para que el alumno se habitúe a una posición correcta es aconsejable que escriba despacio, a un ritmo adecuado pero pausado, que le permitirá mantener el lápiz en su sitio.

Colocar bien el papel

La colocación adecuada del papel sobre el que se va a escribir difiere si el alumno es diestro o zurdo. Quienes escriben con la mano derecha deben inclinar ligeramente el papel hacia la izquierda y los zurdos, hacia la derecha. Una inclinación excesiva o la ausencia de esta pueden favorecer una letra menos clara y legible porque impide que la escritura se mantenga siempre dentro de la línea de visión.

Un truco para lograr la posición idónea que apunta Fernando Carratalá es tomar como referente la diagonal que forma el tablero de la mesa donde se escribe y colocar el papel en este mismo sentido. Por otra parte, mientras se escribe, es necesario sujetar el papel con la mano contraria, de forma firme pero sin presionar demasiado.

Sentarse de forma correcta

Una de las principales causas de la distorsión de la escritura es la postura inadecuada del estudiante. Fernando Carratalá señala que el tronco debe estar recto, "ligeramente inclinado hacia delante y con la cabeza en la misma línea del tronco". Este especialista apunta también que los codos deben permanecer sobre la mesa y ambos pies apoyados en el suelo. En cuanto a la cabeza, debe colocarse a una distancia aproximada de 20-25 cm del papel.

Para que se pueda adoptar esta postura, es necesario que la silla y la mesa donde se va a desarrollar la tarea de escritura sean adecuadas. Marisa Ramón, del departamento de Orientación Educativa y Psicopedagógica de Alcobendas (Madrid), resalta que la silla debe contar con respaldo para que el niño pueda apoyar la espalda y la mesa no tiene que ser "ni demasiado alta ni demasiado baja, para evitar tensiones en los hombros o posturas forzadas".

Cuidar el tamaño, la alineación, inclinación y espaciado

La buena escritura cuenta con una imagen proporcionada entre todas las grafías. Pilar Besumán apunta que para obtener una letra equilibrada grafológicamente "es necesario que la parte alta y baja de las letras midan el doble que la zona central". Cuando se utiliza papel pautado, la norma que debe seguirse es que las mayúsculas ocupen desde la línea base del renglón hasta la parte superior y las minúsculas, la mitad del espacio que las mayúsculas.
La proporción de las grafías debe ir acompañada de una buena alineación e inclinación de las letras y un espaciado correcto entre palabras y renglones. Cuidar estos aspectos es sinónimo de uniformidad y, por tanto, de legibilidad.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Cómo usar la agenda escolar



Una utilización efectiva de esta herramienta ayuda al alumno a gestionar su tiempo y planificar las actividades diarias


Saber organizarse y planificar el trabajo son dos competencias fundamentales que deben adquirir los alumnos durante la etapa educativa. La agenda escolar es la herramienta más adecuada para conseguirlo. Este instrumento de trabajo, además de servir de ayuda a los estudiantes para gestionar sus tareas diarias, es un medio idóneo para agilizar la comunicación entre familias y profesores y facilitar el seguimiento del progreso escolar del alumno. Para sacar el mayor provecho, es necesario que todas las partes implicadas aprendan a usarla con eficacia.

La agenda escolar es una herramienta de planificación y comunicación académica implementada en la mayoría de los centros educativos de nuestro país, en general, a partir de los ocho años. A esa edad, el alumno ya está capacitado para hacer un uso efectivo de ella. Sus principales objetivos son: ayudar al estudiante en la planificación y organización de las tareas y actividades escolares diarias y servir de instrumento de comunicación entre docentes y familias.

Herramienta de gestión

Un 98% de los alumnos de educación primaria y un 93% de los estudiantes de secundaria dedican algún tiempo diario a la realización de tareas escolares en casa, según los indicadores estatales de la educación (2009) del Instituto Nacional de Calidad y Evaluación (INCE). Esta actividad académica fuera del entorno escolar está destinada a afianzar y reforzar los contenidos aprendidos en clase y su correcta ejecución depende, en gran medida, de la capacidad de organización y planificación del alumno al realizarlas.

Para ello, cuenta con un instrumento esencial: la agenda escolar. Esta herramienta sirve para que el alumno anote cada día las tareas asignadas por el profesor y otros datos relevantes como las fechas de entrega de trabajos o las de los exámenes previstos. Su uso periódico ayuda al estudiante a adquirir hábitos de organización y a planificar su trabajo diario.

Pautas para el alumno

Para que la agenda escolar cumpla esta función de modo eficaz, es necesario que el estudiante aplique pautas específicas en su uso. Esta herramienta debe contener información específica y concreta. No basta con apuntar cada día pequeñas pistas ("ejercicio de mates", "estudiar lengua") que ayuden a recordar la tarea. La memoria no es infalible, por lo que es necesario que el estudiante anote con precisión toda la información importante:

• Cuando mandan ejercicios, hay que anotar la página, número y tema al que corresponde.

• Si hay que realizar un trabajo se debe matizar la fecha de entrega, la temática y los referentes que haya especificado el profesor.

• En el caso de que la tarea consista en estudiar, se requiere que se puntualice si es "aprender de memoria" o trabajar sobre el tema con esquemas, resúmenes y otras técnicas de estudio.

Planificar el tiempo

La agenda tiene una utilidad mayor que recoger las tareas asignadas. Debe utilizarse como una herramienta de gestión y planificación del tiempo. Una vez que el alumno ha anotado toda la información, es aconsejable que organice su trabajo diario en torno a ésta con el referente del calendario semanal de asignaturas.

• El alumno puede priorizar las tareas y determinar cuáles debe realizar antes. Para gestionarlas, le ayudaría marcar las finalizadas a medida que se completan.

• Es fundamental que determine el tiempo que necesita para realizar cada una de las tareas. Ante la entrega de un trabajo, puede reservar tiempo de los días anteriores para su preparación.

• Cuando tiene que preparar un examen, puede incluso matizar cada paso que cumple durante su preparación (esquemas, repaso, etc.).

• También es preciso atender a las actividades extraescolares que forman parte de la agenda del estudiante. Es conveniente especificar cada día las actividades de este tipo y estructurar el tiempo de estudio en función de éstas.

La utilidad para familias y docentes

La agenda escolar no debe considerarse una herramienta exclusiva del estudiante. Una de sus finalidades principales es actuar de nexo de unión entre los tres protagonistas del proceso educativo: alumnos, familias y docentes.

Por una parte, la agenda es un instrumento para que los padres estén al día de la evolución académica de sus hijos y puedan ejercer el control necesario para que cumplan con sus tareas diarias de un modo eficaz. Las familias deben prestarle la importancia que requiere. Es preciso que no se limiten a firmarla cada día -una petición de algunos docentes-, sino que la revisen y ayuden a sus hijos a gestionarla del modo más adecuado.

La agenda debe servir también como herramienta de comunicación entre las familias y los docentes. Los padres pueden utilizarla para solicitar tutorías, enviar justificantes o avisos de falta de asistencia o para anotar problemas o cuestiones relevantes durante el proceso académico de sus hijos.

En sentido inverso, los profesores pueden hacer uso de ella para comunicar a las familias incidencias ocurridas en el aula y que tomen las medidas adecuadas, o aspectos positivos para motivar y estimular al estudiante.


jueves, 1 de septiembre de 2011

APRENDER A USAR TWITTER


Cualquier persona puede formar parte de esta peculiar red social donde los mensajes no superan 140 caracteres, solo hay que seguir unos sencillos consejos

Twitter dispone de una versión en castellano desde noviembre de 2009, lo que ha permitido que nuevos usuarios de habla hispana se hayan acercado al servicio y poco a poco este se haya vuelto popular. Según datos de la empresa medidora de audiencias Nielsen, en España casi tres millones de personas acceden de forma habitual a esta plataforma de microblogging, un sistema de comunicación que ha cambiado la manera en la que los internautas se informan en la Red. Empezar a utilizar Twitter es muy recomendable si el usuario no quiere quedarse un peldaño por detrás de sus coetáneos, pero puede resultar algo complicado los primeros días. Sobre todo, costará entender la "jerga" que utilizan los "iniciados" y llevará un tiempo conseguir sacarle todo el partido. En este artículo se dan las claves para ser "microbloguero".

La dirección de Twitter es http://twitter.com. Lo primero que se debe decidir al acceder a la página principal de Twitter por primera vez es el idioma. Después, el usuario deberá registrarse con una clave, una dirección de correo y un apodo que le servirá de nombre en esta red social. Entre muchas otras opciones, desde noviembre de 2009 el servicio está disponible en español y se recomienda escoger este idioma porque será más fácil entender los distintos apartados y opciones del menú, pero también porque todas las referencias y recomendaciones que el servicio realiza tienen en cuenta a los usuarios de habla hispana.



A quien haya escogido inglés, o cualquier otro idioma, se le recomendarán temas de conversación en la lengua elegida, usuarios que lanzan sus mensajes ("twits") en esta y se le incluirá en la "anglosfera" (si escoge inglés), la "germanosfera" (si escoge alemán) u otra, frente a la "hispanosfera". Para saber qué sucede en el ambiente hispano de "twiteros", es preferible seleccionar la opción de español.

Encontrar amigos

Una vez registrado el idioma, se decide si se quiere tener la cuenta de forma privada (una opción que puede cambiarse en cualquier momento desde la pestaña de configuración) o pública, de modo que todo el mundo pueda seguir al usuario. A pesar de esta última opción, siempre es posible bloquear a ciertas personas para que no lean los mensajes.

Entre los usuarios que escriben en español, los usuarios más seguidos superan en la actualidad los cien mil seguidores

Completada la opción de privacidad, será el momento de añadir amigos o usuarios de Twitter para comenzar a leer sus mensajes. Esta operación se denomina en el argot "seguirlos". El usuario se convertirá en seguidor ("follower") de estas personas y él a su vez tendrá sus propios seguidores ("followers"). Para facilitar esta tarea, Twitter dispone de una lista de personas recomendadas por la plataforma en función del idioma escogido.

Esta también permite buscar en la libreta de direcciones de los principales servicios web de correo electrónico a los usuarios registrados en Twitter que coincidan con la agenda de contactos. De esta manera, el usuario puede encontrar de forma casi automática amigos que también utilizan Twitter.

Esta red social da a famosos y celebridades la opción de verificar su cuenta para confirmar que el usuario registrado es el personaje o su agencia de relaciones públicas, y no una parodia o suplantador de identidad, algo demasiado frecuente.

Seguidos y seguidores

Desde la página personal del usuario en Twitter, que consigue al registrarse, el apartado "following" indica el numero de personas que se siguen, mientras que los seguidores o "followers" son quienes leen al usuario. Entre quienes escriben en español, los más seguidos superan los cien mil "admiradores", mientras que en inglés sobrepasan los cuatro millones.

Lo normal es alcanzar cifras muy inferiores. Un estudio sobre Twitter publicado por RJMetrics en diciembre, concluía que la media de seguidores es de 27, aunque la mayoría de los usuarios de Twitter tiene menos de cinco. Si se quiere elevar esta cifra de manera exponencial, basta convertirse en un "twitero" activo, publicar mensajes interesantes y buscar a otros usuarios para seguirles. Hay que tener en cuenta que la medida de la popularidad en Twitter no se basa en el número de seguidores, sino en el cociente entre las personas a quienes seguimos y las que nos siguen. Un ratio de 0,5 se considera de prestigio, aunque los "twiteros" más populares alcanzan ratios de dos y tres decimales. De todos modos es una medida un tanto relativa, ya que se pueden tener muchos seguidores que sean empresas que quieran vendernos sus mensajes.



Al empezar a seguir usuarios, la recomendación principal es seleccionar a quienes coincidan con gustos, aficiones o temas que más nos interesen. De todos modos, no hay que preocuparse si el usuario escogido no resulta interesante, ya que en cualquier momento, y desde la página personal, se le puede dejar de seguir.

La lista de usuarios que se siguen es dinámica y puede cambiar con el tiempo. Es recomendable que crezca de forma natural, determinada por el interés y la curiosidad, pero no por el afán de coleccionar contactos, ya que un excesivo número de usuarios para seguir puede complicar la gestión de las conversaciones y la información que estas aportan, debido a que estaremos sometidos a una elevada frecuencia de mensajes nuevos.

Una opción para manejar Twitter de forma más eficiente es utilizar alguna de las diferentes aplicaciones de escritorio disponibles. De esta forma, no es necesario tener abierta siempre la página web de la plataforma. Para móviles, se pueden encontrar programas clientes de Twitter para los principales sistemas operativos, como iPhone, Android, Blackberry, Symbian o Windows Mobile. Utilizar estas aplicaciones cambia la forma de gestionar el servicio, ya que facilitan la actualización y lectura constante de mensajes de forma sencilla y en movimiento.

Listas

Junto con "seguidos y seguidores", Twitter ha habilitado hace poco la posibilidad de crear listas de usuarios para agrupar a los contactos según afinidades, temas, proximidad, etc. A cada una de las listas se puede añadir cualquier usuario de Twitter, aunque estos tienen la opción de bloquear la aparición en una lista si lo estiman conveniente. Por otra parte, también podemos inscribirnos de forma voluntaria a la lista creada por otro, siempre que este último nos acepte.

Comenzar a escribir

Twitter funciona de forma muy básica y esa ha sido, en principio, una de las razones de su éxito. Los usuarios disponen de 140 caracteres para escribir un mensaje o bien contestar a otro usuario al pulsar sobre la pestaña "reply", o "responder" en español, ubicada sobre cada mensaje o "tweet". Esta opción puede realizarse de forma manual al escribir "@apododelusuario" delante del mensaje que se envía. Los mensajes también se pueden borrar, aunque en función del tiempo transcurrido entre su publicación y borrado, aumenta el número de usuarios que habrán podido leerlo.



En el caso de seguir a una persona que también sigue al usuario, Twitter permite enviar un mensaje directo entre ambos, para una conversación rápida de forma privada. Estos mensajes directos pueden enviarse desde la página principal o bien al escribir "d nombredelusuario" -sin comillas- delante del mensaje.
Otra funcionalidad de los mensajes, añadida a finales del año pasado, es la posibilidad de reenviar el mensaje escrito por un usuario. La función "retweet" lo replica para hacerlo llegar a los seguidores de quien le da resonancia. Esta funcionalidad se añadió después de que los usuarios de Twitter empezaran a utilizar las letras "RT" seguidas del mensaje que querían replicar de forma manual. En la actualidad, ambas formas de replicar un mensaje conviven en Twitter.

Hashtags, Trending Topics y palabras claves



Para etiquetar temas, debates, conversaciones, noticias o "twitear" una conferencia, los usuarios utilizan una palabra clave precedida por una almohadilla (#). Así se considera más sencillo seguir un tema desde el buscador de Twitter, ya que se puede utilizar como referencia esta palabra. Otro de los usos de los "hashtags" es la creación de "memes" (cadenas) sobre diferentes temas. Uno de lo más populares entre los usuarios en español es el #FF o "follow friday", que cada viernes muchos utilizan para recomendar a los contactos que siguen y que pueden ser de interés para otros. Finalmente, las palabras clave más escritas en los mensajes se siguen en una clasificación que aparece en el lado derecho de la página. Las diez primeras palabras a nivel mundial son lo que se conoce como "Trending Topics" o temas del momento.